En los años que llevamos desarrollando BIMrras, nuestras comunicaciones como equipo han pasado por varias etapas, a medida que las herramientas de mensajería han ido evolucionando.
Desde un embrionario grupo de Whatsapp, pasando luego por Telegram, Slack o, actualmente, Discord. Por supuesto con nuestras dosis de teléfono, Zoom, Google Meet, email (ese demonio) y, seguramente, un montón más de pequeñas incursiones que mi memoria se niega a traer de vuelta en beneficio de mi cordura y salud mental.
Sin embargo, a pesar de que casi todos concordamos en que Whatsapp no es una herraminenta BIM, en el ámbito profesional Whatsapp es omnipresente. Con sus numerosas lagunas en términos de prestaciones, su manifiesta inadecuación para los requisitos de gestión de información en un entorno profesional, a pesar de la existencia de alternativas objetivamente superiores, más seguras y más transparentes con el uso de la información, Whatsapp sigue siendo la aplicación de mensajería universal.
Seguro que después de tu primera conversación con él, tu cliente, lo primero que te preguntará es ¿Tienes Whatsapp?
Así que nos hemos tomado un rato para analizar por qué Whatsapp NO es una herramienta BIM.
Disclaimer: abstenerse Whatsapp lovers.