141 Cómo perder una licitación BIM

141 Cómo perder una licitación BIM

El incremento de licitaciones BIM disponibles para concursar por parte de los proveedores de servicios de arquitectura e ingeniería supone enfrentarse con el dilema de cómo proceder para poder cumplir con los requerimientos demandados en los pliegos de contratación. Para un estudio pequeño o para una empresa que se dedica habitualmente a concursos, BIM puede constituirse como una barrera insalvable, tanto técnica como económica a la hora de acceder a concursos públicos.

¿Cómo hacer frente a los requerimientos BIM de un concurso en fase de licitación? ¿Cómo asegurarnos de que esos requisitos los vamos a poder cumplir contractualmente cuando el contrato esté en vigor? ¿Cómo proveer los recursos humanos y técnicos de una forma económicamente viable?

Solvencia técnica y profesional

En los contratos públicos siempre se habla de solvencia técnica y profesional. La administración no puede darse el lujo de arriesgar dinero público en manos inexpertas, por las consecuencias económicas y sociales que puede provocar errores derivados de esa inexperiencia. Así que en las licitaciones con requerimientos BIM se introducen cláusulas en los pliegos de condiciones administrativas donde se exige una experiencia acreditada con BIM en forma de contratos demostrables por un valor específico relacionado con el valor del contrato licitado.

Ahora bien. El camino de la administración implementando BIM en los contratos públicos acaba de empezar, prácticamente, con la reciente aprobación del Plan BIM España. Los contratos anteriores incorporaban BIM pero de una forma menos sistematizada. Y muchas veces a iniciativa del proveedor del servicio ¿Cómo acreditar solvencia profesional derivada de contratos anteriores si esas licitaciones no existían formalmente?

Formas de perder una licitación BIM

Como aquella serie llamada Las 100 peores formas  de morir. Perder una licitación por no conseguir los puntos dedicados al cumplimiento de los requerimientos BIM puede arruinar una oferta ganadora. Pero antes de llegar a ese matchball, la administración nos va a exigir,como mínimo, proporcionar modelos para las fases de diseño y construcción, con modelos para arquitectura, estructuras e instalaciones, que permitan extraer toda la planimetría de los mismos. También nos va a exigir mediciones y presupuestos extraídos del modelo BIM, así como detección de colisiones. Y estos son los básicos actuales, que con el tiempo se van a extender y hacer más complejos.

Por tanto, habrá que dar respuesta en la fase de contrato a esos requerimientos que hemos aceptado cumplir. La gran pregunta es ¿cómo? Y la siguiente gran pregunta es ¿cuánto me va a costar? Porque hablamos de inversiones importantes en personal, software, implantación BIM, etc. ¿Es rentable internalizar todos esos gastos? ¿Podría ser la externalización una solución?

Subcontratación vs colaboración

Si el BIM no está en el core de tus servicios la mejor alternativa es la externalización. Pero llegado a este punto, esa externalización se puede hacer de muchas formas. La más directa es la subcontratación, que convierte a la parte BIM de un proyecto en una commodity, que no aporta valor al proceso de proyecto, pero que a cambio resulta más económica.

Si por el contrario, lo que queremos es aprovechar las fortalezas de la metodología en nuestros procesos proyectuales, el camino correcto es el de la colaboración, una simbiosis donde cada parte aporta sus fortalezas y contrapesa sus debilidades. La asociación permite introducir la metodología desde fases tempranas del proyecto, con todo lo que ello implica de aportación de valor. Pero, evidentemente, tiene unos costes muy distintos a los de una mera subcontratación. ¿Veremos concursos públicos donde la mayoría de ofertantes son uniones temporales de empresas?

Recursos citados en el episodio

• Grupos de usuarios BIM en España
• La bonilista